Comienzo del Siglo XX.-

Los primeros años de Marcos.

Mientras el Siglo XX comenzaba, Marcos correteaba por
esa segunda casa alquilada que fue llamada y así recordada,
como La Casa Rosada.
Marquitos comenzaba a recorrer lo que sería su larga vida,
que no fue fácil vivirla..., como ocurre comunmente en la vida de
cada persona. Lo tan repetido sobre la vida, "una de cal y una de
arena", también fue el condimento de este jovencito intrépido de
apenas diez añitos, que junto a su familia y a su perro, fue descubriendo
el mundo de los mayores.
En ese entonces no podía saberlo, que le tocaría asombrarse
primero y luego adaptarse, a los grandes progresos de un siglo
creativo, de inventos y de progresos, pero de crueldad y ambiciones
sin par, que llevarían a la humanidad a dos guerras mundiales.

El Automóvil.- Ford T- El auto del siglo.
(Datos extraidos del excelente artículo La Lata Lizzie de Claudio Botti y Juan carlos Demasi)

A fines del Siglo XIX el mercado automotor estaba dominado por
los Cadillac y los Packard, autos que costaban miles de dólares.
Henry Ford, nace en Detroit en el año 1863. Este genio daría un golpe
revolucionario en el campo de la industria automotriz del siglo XX.
En el año 1903, año en que nace Marcos Ortiz, Henry Ford, establece
su primera y propia empresa automotriz.
Cuando Marcos tenía cinco años, un cambio extraordinario se produce
en octubre del año 1908, cuando Henry Ford lanza al mercado su famoso
modelo Ford T.
El impacto fue total, ese modelo se hizo popular y muchos querían
tenerlo. Por su resistencia y bajo costo fue accesible a amplios sectores.
Este visonario y pionero de la industria automotriz a nivel mundial falleció
en el año 1946.
A la muerte de Henry Ford, Marcos Ortiz tenía 43 años.
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Marcos Ortiz .- 1903 a 2003

Siempre fuimos muy compañeros, lográbamos
entendernos sin hablar, aunque era difícil que
estando juntos dejáramos de hablar. ¡Siempre
teníamos temas, para discutir, recordar o compartir!

L a existencia de Marcos Ortiz abarcó casi un siglo.
Desde 22 de octubre de 1903 hasta el 24 de abril de 2003.
Falleció seis meses antes de cumplir los 100 años.
Dueño de una estampa atractiva, no perdió galanura
aunque los años se siguieron sumando. Fue muy atractivo
físicamente y seducía con su inteligencia, con la narrativa
amena que hacía de sus anécdotas, de sus recuerdos y de
sus conocimientos.
Porque todo le atraía y un sincero
deseo de saber, de conocer, de estudiar, lo llevaba a
documentar todo lo aprendido. Su memoria, sus deducciones
dieron siempre un entorno de conocimientos bien adquiridos,
de persona conocedora que podía hablar con fundamento
de variados temas.
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La pasión por el campo y el amor a ser útil trabajando.-

A muy corta edad fue pasando con su familia desde la casa natal
en el Barrio Las Palmas de Villa Mercedes, a otra casa conocida
como La Casa Rosada. ¡Qué ironía! ¡El mismo nombre del edificio
que es sede del Gobierno Nacional Argentino!
( de su obra "Esta es mi vida")
Después del primer temor ante el cambio de domicilio, cambia
su estado de ánimo y lo relata así:
"Sentí algo semejante a estar agradecido. Había imaginado encontrarme
con una covacha y este edificio tenía todo para brindarnos protección,
era el momento de reconocer que el pensamiento tomó rumbos
equivocados.
Tres días solamente y ya con mi perro habíamos incursionado
por todos los lugares que atrajeron nuestra atención. El predio arbolado
era amplio, de frondosa vegetación y lleno de rincones encantadores.
Allí eran huéspedes gran variedad de animales silvestres, algunos
de ellos con posibilidades de ser domesticados. Puedo mencionar liebres,
perdices, martinetas, también piches... que en el día se los veía dormidos
tomando sol.
Pájaros en abundancia con variedad de colores y especies. En esa época
comienzo de experimentar curiosidad y admiración, demostrando afecto
hacia ésas débiles aves que nos regalan trinos y cantos arrobadores de belleza".
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Villa Mercedes- San Luis.- Argentina

Villa Mercedes- San Luis- Argentina-

Rastreando los lugares donde se produjo mi nacimiento, puedo narrar que mi primer día de vida transcurre en una casa quinta llamada “El Algarrobo”, dotada de una plantación de muchos árboles y espaciosa área. La tierra pródiga y generosa contenía gran variedad de semillas y era visitada por una gran cantidad de pájaros de diversos plumajes y especies.

Cerca del lugar había un establecimiento escolar al que concurrí desde los cuatro años.

Crecer, estudiar, vivir…En Primero, Segundo y Tercer grados, tuve la satisfacción de ser galardonado con la nota “Sobresaliente”. Esta noticia me la hicieron conocer con gran alegría, mis padres y los mismos maestros.

A los seis años ya había cursado esos grados de la primaria. Cómo ocurrió esa circunstancia, lo ignoro, pero así fue. Ya sabía andar a caballo en un animal manso. El nene ya había quedado atrás y en su lugar estaba el niño para seguir las directivas de sus mayores.

No ahorro la decisión de contar de contar sonriente, mis travesuras y las de otros niños, de la misma edad de la que tengo entonces en ese entonces, momentos que recuerdo frescos con la ternura y simpleza de la niñez.

Mis padres habían aceptado a un perrito cachorro, dándole el nombre de: Obediente.

Era mayor en meses, antes de mi nacimiento. El cochorro halló por bien ganar mi amistad y ambos crecíamos en estrecho contacto y entendimiento.

Cuando corríamos juntos y yo me caía, era común que le gritara: ¡Palá Omenente!-

Nos unieron muchas inocentes aventuras. Era el despertador. El día le proveía a mi compañero la iniciativa de gemir y proferir gruñidos en la puerta. Aquella invitación espantaba a cualquier otro pensamiento, ya que padecíamos las mismas inquietudes.

A pocos metros del blanco patio de nuestro hogar, se desprendía una doble fila de álamos. Y en medio de ésas dos hileras se deslizaba murmurante una acequia. la suave corriente besaba el tronco de los centenarios árboles.

Allí nos deteníamos, próximos a un atajadizo llamado compuerta. El lugar era propicio para que se reunieran miles de peces, algunos magnetizaban nuestra vista por el color y el tamaño.

Ese hermoso lugar que habitábamos tenía un atractivo más. La floración de los frutales, su agradable aroma y la plena belleza de su aspecto delicado. A ese entorno se le agregaba el zumbido de las abejas y los moscardones y el sonido de miles de pajaritos que desde el alba completaban el conjunto.

Todo era magnífico allí…, pero algo estaba por cambiar.

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Autor: Marcos Ortiz, de su obra “Relatos de Don Marcos”.

Los relatos de Don Marcos.

Marcos, su hermana Antonia,
y Emilio (Pebete), sentado
en sus rodillas.

De “Los Relatos de Don Marcos”

Para entender las dificultades que tuvo que vencer mi padre, se debe tener en cuenta que el nació en el año 1903. Los Registros Civiles, si es que ya los había en el lugar donde él nació, eran atendidos por personas medianamente capacitadas, o menos que eso. En muchos lugares el Acta de Bautismo servía como Acta de Nacimiento, si no había delegación autorizada como Registro Civil.

Quizás se llevaba un rudimentario Registro en las Municipalidades, o las Parroquias, no lo sé. Pero él comenzó la búsqueda de sus orígenes, cuando ya era mayor. Nada era igual, en la localidad de Villa Mercedes de San Luis - Argentina.

Pero siempre tuvo esa inquietud y la conversó con sus padres y atesoró cada dato que recibía de ellos. Por trabajo, por la familia, y otras prioridades, la búsqueda la concretó muchos años después.

En nuestra familia nos hemos querido y respetado en todo momento, también hemos sabido apoyar los sueños y los proyectos para verlos realizados. Yo he transcripto los escritos de mi padre para que este libro fuera armado, exactamente como ahora, a 5 años de su muerte, abro un blog y transcribo sus memorias. La imagen del jinete a caballo, es creación mía. A pedido de él, dibujé ese motivo, del que se hizo una matriz. Fue su identidad, toda su abundante correspondencia, llevaba ese sello.

Generalmente hay personas mayores, que recuerdan hechos, familias y de lo contario saben relacionar la trayectoria de una familia, o los cambios de domicilio, pero si él tenía más de 70 años, de aquellos que eran mayores cuando él nació, ya no quedaba ninguno.

Pero se abocó a la investigación, entre archivos municipales, fotos antiguas y alguna otra documentación, logró armar lo que sigue.

ESTA ES MI VIDA.- De Los Relatos de Don Marcos.-

VER LA LUZ.

Abrir el capítulo de mi vida con los múltiples senderos que el destino ha trazado, es hallarme perdido en la horrible tempestad cuya oscuridad impide orientarme hacia la meta definitiva.

Este relato comienza en 1903, con el nacimiento del siglo XX, y solamente yo, autor y protagonista, puedo contar la verdad..

El mar de incertidumbre es creado por la distancia en el tiempo, desde el presente en retroceso hasta la fecha en que he nacido. Son muchos años, pero me guía la decisión de saber cómo fueron las horas primeras luego de haber visto la luz.

Embarcado en la más delicada misión que me ha tocado en la vida, me hago la promesa de buscar, si fuera necesario, hasta en el profundo mar.

Es apenas un anticipo del descubrimiento de la incontenible fuerza que me empuja a acercarme a quienes me den importante información acerca de mi origen. Todavía es un proyecto.

Careciendo de los medios que demandará la búsqueda, es imprescindible hablar con mis padres, invitándolos a compartir ese sueño, que quizás, fue acariciado en mi mente, durante mucho tiempo, teniendo como punto de mira, ver concretado el anhelo de hallar el camino hasta ese momento borroso.

Auxiliado por referencias de familiares y de parientes que hubiesen conocido el lugar de nacimiento logro mi primera orientación.

En el Archivo de Registro Civil, consta el asiento siguiente. “En la Oficina del Registro Civil del Barrio Las Palmas, perteneciente a la ciudad de Villa Mercedes, Provincia de San Luis, Argentina, se presenta el señor Nemesio Ortiz, casado con Emilia Vilchez, ambos argentinos de 25 y 26 años respectivamente. Declarando que en su hogar había nacido su hijo varón, el día 22 de octubre de 1903, a las 8:00, y se había elegido el nombre a llevar en la vida. MARCOS. Fueron testigos de dicho advenimiento los señores Escobar y Mazerolli, ambos habilitados y radicados en la ciudad”.

Mi padre Nemesio había nacido en un poblado de la línea divisoria entre San Luis y Córdoba. Mi madre Emilia, en el ángulo de San José del Morro y las Sierras La Carolina, también en la provincia de San Luis.

Con los años, el grupo familiar contó con ocho hermanos, cuatro mujeres y cuatro varones.

Don Marcos Ortiz, mi Padre.-

Este blog es una idea basada en el cariño y la admiración hacia
mis padres. Hacia los dos: Marcos y Baldomera.
De mi padre tengo numerosas fotos para complementar el relato de su vida, de sus aventuras, de su trayectoria personal, etc.
Además tengo carpetas llenas de sus escritos, relatos, historias,
documentación, ya que siempre escribió y alcanzó una producción
importante de material Literario.
Y de mi mamá
que fue su fiel compañera, tenemos las fotos familiares.
Mi mamá falleció en el año 1986 y mi padre en el año 2003.
En la dedicatoria de mi último libro titulado
"Esperá que te cuento II-Sueño Patagónico" tuve estas palabras
para ellos:
"...y en forma muy especial, a mis padres Marcos
y Baldomera, quienes ahora, juntos, desde algún lugar de la
eternidad me apoyarán en esta nueva empresa, como siempre
lo hicieron a lo largo de mi vida.
Ellos, que supieron ser lógicos y generosos, inculcaron
en mí el amor a la vida, el respeto al semejante y a todas
las formas de vivir armónicamente. Gracias por enseñarme
a gustar del estudio y de la búsqueda de lo esencial.
A mi hijo Osvaldo, amigo incondicional, que con prudencia
y silencios, me permite crear, expresarme y gustar del
placer inmenso de tenerlo como hijo. Gracias por ser
como sos.
Gracias a Dios por el Don de la Vida
y por SU presencia en ella."

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