sábado, 31 de enero de 2009

Los hermanos de Marcos.


Un motivo de reunión familiar, los 15 años de Susana Ortiz,
al lado de ella Mary con un niño, Alda, mi papá Marcos,
mamá, Sara, Antonia, Pirona y su hijo.

Omar Ortiz (Barón), siempre tuvo una imagen querible,
cariñosa y familiera, siempre quiso visitar a toda
la familia y también a recibir en su casa a todo aquél
que quisiera visitarlos. Fue gendarme y hay que
conocer la tarea de Gendarmería en esa zona de
precordillera, con climas durísimos y una misión
que cumplir aún a costa de la propia vida.
Pero Omar siempre mantuvo su sensibilidad, su
alegría y su afán de trabajar por la cultura y el
deporte, sin dejar de lado la tibieza de su hogar,
junto a Berta y sus hijos.
Parte de la familia Ortiz, en la casa de Juan Ortiz, en
Vicuña Mackenna, Córdoba. Mi padre Marcos
parado sobre el paredón. Con delantal frente de la
entrada, Tía Antonia, esposa de Juan Ortiz.


Siempre hubo un acontecimiento para reunir a la familia,
casamientos, nacimientos, butismos, cumpleaños...¡Todo
era motivo para comer algún rico asado y estar juntos!
Era un espectáculo ver a los "mayores", a los hermanos,
varones y mujeres, jugar al truco por señas. El resto
que pasábamos a ser público teníamos accesos
de risa, viendo tanta picardía junta. Inolvidable.
Siendo tantos, en una oportunidad se reunió a todos
en las instalaciones de una panadería de dimensiones
considerables, ocupando despacho y cuadra.
Guitarras, danzas folclóricas, recitados, malambistas,
cantores, bailes españoles, cuentos y risas...
Todo un espectáculo. Para el recuerdo.

Aquí, el Tío Omar, Pebete (Emilio) y Omarcito Ortiz.
Tres de los hermanos: Marcos, el mayor.
Juan Ortiz, siempre alegre y simpático, buen cantor
y guitarrero, junto al menor Omar.

Otro grupo familiar: Eduardo Gaute, Nelly, Mary y Juan Gaute.
La casa de Omar en Esquel, hace 30 años.


Tía Josefa Ortiz de Coria, otra de las hermanas
con un hueso de asado en la mano, usándolo
de micrófono. Siempre presente la alegría de
estar en familia.


LA FAMILIA ORTIZ
Hijos de Don Nemesio Ortiz y de Doña Emilia Vilchez,
conocí a 8 hermanos: Marcos, Antonia, Sara, Juan,
Emilio, Josefa, Haydée y Omar.
Pero según "Los Relatos de Marcos", el libro
que escribió Marcos Ortiz, una hermanita menor
llamada Aurelia, falleció al poco tiempo de llegar
a la Casa Rosada que habitaron a su llegada a
Villa Dolores de San Luis.
Y otro hermanito menor fue muerto de un topazo
que le dio un carnero. Esta escena la relata Marcos,
en el mismo libro. Se llamaba Luis y Marcos
vengó su muerte enfrentándose con ese animal,
hasta darle muerte, a riesgo de su propia vida.
Imposible en tan poco espacio mencionar a todos.

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